En el primer tema la lectura que hemos trabajado ha sido un fragmento de la divertida historia que Eduardo Mendoza relata en Sin noticias de Gurb. En 1ºA nos hemos convertido en viajeros extra - terrestres, ya que hemos salido de nuestro planeta. Estas son algunas de las historias que hemos leído en clase.
Un Viaje por el Espacio
¡Hola! ¿Conocéis
a Gurb? Pues bien, yo soy su amigo. No, no soy su amigo el alienígena, yo soy
humano de toda la vida. Conocí a Gurb el otro día, y le ayudé a encontrar a su
amigo porque él me lo pidió, y además yo siempre había soñado con conocer a un
extraterrestre.
Como
recompensa por haber encontrado a su compañero me llevó a hacer un viaje por el
espacio. Me proporcionó un traje y, finalmente, partimos.
Todo
estaba oscuro, pues todavía no había amanecido pero era necesario tomar este
tipo de precauciones.
Yo
estaba súper-emocionado con salir de la Tierra y visitar otros planetas, cosa
que no todos los días ocurre, por el contrario el compañero de Gurb se había
encariñado con la Tierra y no quería irse.
Pasamos
la Luna, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, salimos del Sistema Solar y a
una velocidad increíble recorrimos varios sistemas planetarios, hasta llegar a
uno donde paramos para ser atrapados por la gravedad de un planeta, el cual,
por tanto, era el de Gurb.
Al fin
volvimos hacia atrás, y una vez más recorrimos parte del inmenso y fascinante
Universo, hasta llegar a la Tierra.
Con
lágrimas en los ojos me despedí de mis dos nuevos amigos que se alejaron hasta
que sólo quedó un pequeño punto en el cielo que no tardó en desaparecer.
Gitanjali Powar
Un día, decidí salir a dar una vuelta al espacio con mi nave
de último modelo. Os parecerá que he dicho una tontería pero es que dar una
vuelta al espacio en el año 200666 es como dar una vuelta al barrio.
Salí de mi casa de Venus y me fui a la de Marte para regar
las flores enviadas directamente desde Mercurio. Esto que he dicho, o también
os parecerá una tontería pero es que a día de hoy todos los planetas del
sistema solar son habitables gracias a que hicieron terratransformación, que
consiste en darle a los planetas las cualidades de la tierra.
Empecé oficialmente el día cuando fui a desayunar al mejor
bar de todo el sistema solar” Los desayunos del Anillo”, que está en los
anillos de Saturno, cómo no. Hoy había mucho atasco porque en Júpiter estaban
haciendo un evento muy importante, al que no pude ir, aunque quería. La razón
de que no fuera es que a los treinta segundos de que salieran las entradas por
Internet, se agotaron, y eso que había más de cinco millones de entradas. Llegué
al bar y entonces pedí lo de siempre, pero me di cuenta de que había otro
desayuno y por lo tanto, me costó decidirme aunque siendo fiel a mi rutina,
elegí el de siempre.
Después de desayunar me fui al mercado de Mercurio, donde
venden las guindillas más picantes de todo el sistema solar. Pasado tiempo,
después de comerme esas guindillas, me quise toma un helado y dónde si no me lo
iba a comprar, sino en las heladería bajo cero grados de Neptuno. Me tomé el
helado de limón y me fui a la Tierra, el lugar de nacimiento de mis
antepasados, gracias a ellos, podemos viajar de un planeta a otro y también,
que todos los planetas sean habitables.
Llegué a la Tierra y allí había de todo un poco, siempre que
iba allí, me compraba la comida para toda la semana y si no podía ir, en el
mercado de Marte, que también venden un poco de todo porque fue el primer
planeta que lo convirtieron en habitable. Y justo cuando me quería ir, se me
estropea la nave.
Tuve que llevarla al taller para que la arreglar y para cuando
terminó, ya era de noche y en ese momento, me acordé de que tenía que visitar a
mi abuela Frasquita, que vivía en Urano, ella siempre decía que tenía mucha
calor, ¿por qué será?. Bueno, podría ser porque ella antes vivía en Mercurio,
pero creo que eso no sería.
Bueno, sigo, fui e hizo lo de siempre, llegué: Saludo y dos besos. Acto seguido me preguntaba si tenía novia, yo siempre decía un no rotundo y me iba de regreso a Venus.
Y así es un día cualquiera en el año 200.666.
Y así es un día cualquiera en el año 200.666.
Juan Berbel
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